El pasado jueves me tuve que enfrentar a mi primer reto de enseñanza musical. Uno de los alumnos que tengo en las clases particulares, vino con la flauta porque tenía que practicar para un examen. Mi primer pensamiento fue "qué bien, puedo practicar un poco lo que he aprendido en clase". Antes de dejar que él empezara a practicar, tomé la partitura y toqué con mi flauta esa pieza llamada
Nieve en mi ventana. Cuando le di pie a que él comenzara a practicar, observé que tenía más errores de lo que me imaginaba, por lo que aparté momentáneamente la pieza y me centré más en el problema. Lo que hice fue realizar el proceso que nuestra profesora Sara puso en marcha cuando comenzamos a trabajar la flauta en clase. Comencé por tomar una buena posición corporal y realizar la escasa de Do a Do ascendente y descendente. Observé que la mayoría de las notas no le sonaban bien. Después de pensar un poco, me pregunté si el problema podría recaer en la forma de soplar. Le aconsejé que soplara como si estuviese diciendo "dere" o "tu", en lugar de emitir un simple soplo.
Viendo que esto daba resultados positivos, volvimos a trabajar las diferentes escalas. Cuando vi que también las resolvía sin problema, retomé la pieza que tenía que aprenderse. Después de practicar un par de veces y, poco a poco le iba saliendo, se tuvo que marchar.
Al siguiente día que vino, fue la clase antes del examen, por lo que en ese rato tendría que salirle perfecto. Fuimos practicando un poco, primero junto y después él solo. Por último, le busqué una melodía de acompañamiento para que sintiera aún más la música; adjunto a continuación el enlace del blog donde la encontré:
http://diridirita.blogspot.com.es/2012/12/cancion-nieve-en-mi-ventana.html
Sentí verdadera emoción al ver como tocaba la pieza fluidamente, ¡nuestro reto fue superado!
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